La electrolipólisis es conocida como un sistema que se basa en el uso de finas agujas descartables, conectadas a pequeños electrodos, que se insertan debajo de la piel para transmitir a los tejidos una leve corriente que acelere la actividad de las células.
La reducción de volumen está vinculada con la lisis de los adipositos, que se encuentran también en los exámenes histológicos, pero además con la eliminación de líquidos por medio de los riñones; el aumento de la diuresis es inmediato y se manifiesta a menudo como necesidad irresistible, ya desde la primera sesión.
Por término medio se precisan de 10 sesiones con una frecuencia semanal de una o dos veces a la semana. El resultado se empieza a observar a partir de la sexta sesión.
Es necesario durante y al finalizar el tratamiento unos hábitos alimenticios sanos y la práctica de algún deporte al menos dos veces a la semana.